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jueves, 9 de diciembre de 2010

La luna, como confidente.


Ella mira al cielo y baja la mirada:
-¿Porqué estás triste? ¿Qué te preocupa?
-No es tristeza lo que dennoto, es vacío... no estoy segura de poder hablar contigo, me siento una desequilibrada, cállate y vete... no me molestes más.
-A veces hay sueños que por mucho que luches no puedes conseguir, quizá parezca que los tocas con las punta de tus dedos, parece que por fin lo tienes en tus manos y de pronto, todo se desvanece. Es como cuando intentas tocarme, miras al cielo, alzas las manos y dices: " lo estoy haciendo " "tengo la luna en mis manos" pero, son espejismos ópticos, no es real. De esto último cuando te das cuenta, te ries y sigues tu vida. Tan normal, como si nunca lo hubieras intentado, como si no hubieses pensado: "tengo la luna en mis manos". Haz lo mismo con esos sueños incumplidos, ríete y piensa: "creí que los tenía y fue solo una ilusión". Pero no llores, nunca lo hagas, piensa que todo forma parte de las personas, de crecer humanamente..
-Cállate. Sé que este sueño aún sigue vivo, aún puedo conseguirlo, ayúdame...
-Claro, claro que te voy a ayudar, tienes que aprender a aceptar.

"Cuando aprendas a aceptar en lugar de esperar te llevarás menos decepciones"
El caballero de la armadura oxidada.

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